Empezamos el martes. Cuando llegamos a clase todo estaba oscuro, tan solo una calabaza en el centro del aula nos dio los buenos días.
Estuvimos viendo toda la semana nuestra bandeja de fantasmitas sin saber lo que eran. Se podían ver pero no tocar, hasta el jueves que por fin los abrimos. Hasta Rasti se comió uno jejeje.
Dentro había chupa-chups terroríficos que nos dejaron así la lengua...
Pero aquí no acabaron las sorpresas porque por la tarde vino a visitarnos Paco, el papá de un compañero de la clase, y nos enseñó a hacer ARAÑAS que luego nos comimos. Si si, habéis leído bien, luego nos las comimos y estaban riquísimas.
Gracias Paco por esta arácnida tarde llena de música y terror. Nos hemos divertido haciendo las arañas y más aún cuando nos las hemos comido.
Y gracias a todas las mamás que han hecho posible que hayamos podido disfrutar de todas estas sorpresas.
¡Creo que nuestros chicos no olvidarán este Halloween!
Hasta mañana.
Susana C.
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